martes, 11 de octubre de 2011

Shafik, el primogénito de Schafik

Jorge “Shafik” Handal Vega, el primogénito de don Schafik Jorge Handal Handal, está omnipresente en las calles de San Salvador. Honestidad que da confianza, dicen los letreros en los que aparece su fotografía, el logo del partido y el que yo juraría que es su nombre verdadero. Si viven en la capital ya habrán visto alguno. Su sonrisa retocada de candidato electoral ocupa un sinnúmero de vallas publicitarias, sin contar los incontables comerciales en televisión, y todo sin haber comenzado oficialmente la campaña. Parece que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tiene buen platal para gastarlo en publicidad mientras casi la mitad de los salvadoreños viven por debajo del umbral de la pobreza. Pero bueno…

Decía que está omnipresente la fotografía del primogénito de don Schafik, pero no lo estaba hace dos años, cuando apenas era un diputado de bajo perfil.

En la tarde-noche del 16 de enero de 2010, aniversario de los Acuerdos de Paz, coincidí con él en un acto conmemorativo de la Alcaldía de San Salvador en el Monumento a La Paz, sobre la carretera al aeropuerto. Al final de los discursos se inauguró un tosco obelisco de concreto –obra del escultor Rubén Martínez– con su correspondiente placa llena de nombres. Al develarse, aparecieron los nombres de los firmantes de la Paz, y el que encabezada el listado era CMDTE SHAFIK HANDAL. Así, mal escrito –Shafik en lugar de Schafik–, como tantas y tantas veces.

Lo más curioso, sin embargo, ocurrió después. Cuando el primogénito de don Schafik se acercó a la placa, le señalé el error, y tuvo lugar una corta plática que, reconstruida casi dos años después, estoy seguro de que fue muy parecida a esta:

—Mire, se equivocaron otra vez con el nombre de su padre –le dije–, lo escribieron mal…

El primogénito de don Schafik se acercó y se tomó unos segundos para mirar bien.

—No, lo han escrito bien. Así debe ser… –dijo con amabilidad.
—¿No ese escribe con S-C-H al inicio y K al final?
—No, así como lo han puesto está bien… –e hizo alguna referencia al árabe que no recuerdo.

Me pareció una situación incómoda discutir con alguien cómo se escribe su nombre, así que opté por callarme, despedirme y retirarme. Confieso que su seguridad me hizo dudar, pero el primogénito de Schafik estaba equivocado sobre el nombre de su padre, sobre el suyo propio. Y hoy, las vallas que inundan la ciudad lo presentan como lo que hace casi dos años, a saber por qué motivo, negó: Jorge Schafik.

Fotografía y arte: Roberto Valencia

2 comentarios:

  1. No me parece una valla inteligente. No ofrece nada nuevo. Ya hay un cambio positivo en San Salvador. No tiene mucho que ofrecer. Por lo visto con esta gente no se discute, las cosas son así porque son así.

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  2. para tu dolor es el hombre mejor preparado que existe en el pais para cualquier cargo .

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