Dicen que no se echa en falta lo que no se tiene, y en El Salvador no tenemos el año partido en cuatro estaciones. No tenemos pues la bendita primavera. Y cuando llega marzo, no tenemos el privilegio de admirar cómo resucitan al unísono cientos de miles de árboles de infinidad especies. En esta imagen se aprecia un cerezo que florece sobre la calle Casado del Alisal, en la ciudad de Huesca, Aragón, España.
Fotografía: Roberto Valencia |
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